Las tuberías se pueden dilatar y contraer por dos motivos:
- Debido a la diferencia de temperatura entre la tubería y su entorno.
- Debido a la diferencia de temperatura entre el entorno y el fluido que transporta la tubería.
En ambos casos las tuberías no deberían estar fijadas a soportes, sino que deberían poder moverse longitudinalmente.
Utiliza elementos deslizantes para permitir la dilatación de la tubería sin someter a esfuerzos el sistema de carril ni la abrazadera. Utiliza puntos fijos, en combinación con compensadores de dilatación, para garantizar una distribución homogénea de los movimientos de la tubería y para absorber las fuerzas adicionales generadas.